Organízate y aprende más y mejor: Los pequeños pasos hacia la meta

Llevo siendo profesora durante muchos años y lo que me llevó a dedicarme a la educación no fue una recomendación ó un anuncio de televisión. Fue mi propia experiencia en el cole y en el instituto.

Vi tanta presión, un esfuerzo desmesurado por memorizar y memorizar, que muchas veces me detuve a imaginar una clase donde todos quisieran ir a aprender, a divertirme aprendiendo.

Este proceso me aburría, me costaba lágrimas y sudor, sin embargo, mi familia me animaba muchísimo a estudiar y aprobar los exámenes, ya que creían que podía lograr cualquier cosa y que con un título podría tener una herramienta que me sirviera para vivir en cualquier parte del planeta.

Y tenían razón, y más que razón, porque no solo era eso, sino el arte de acceder a la información e interpretar el mundo, de lograr metas y crear soluciones.

La primaria fue interesante y divertida, hasta que llegaron los largos temarios y los deberes con preguntas que no entendía, sin embargo, comprendí algo.

La organización del tiempo y de mis apuntes era esencial si quería aprobar. A mi corta edad no estaba acostumbrada a organizar los ratos libres fuera del cole, mis materiales ó mis notas.

Así que, comencé a poner cada ficha en su carpeta, nombrar las asignaturas con rotulador, escribir la página y el número de actividades que tenía que entregar en mi agenda, e incluso, emprecé a pasarlo bien coloreando los títulos de cada tema que empezaba con distintos tonos de color.

Ahora sí, ahora sí pensé. Lo observo, lo subrayo, lo organizo, lo aprendo, lo apruebo!