No hay que negar que muchos hemos vivido esta situación: estamos en la sala de clases con nuestro profesor en frente dictando su clase. Tú, por más que quieras, y aunque te hayas tomado un buen café para estar concentrado a lo que te están enseñando, no lo entiendes a la primera. En nuestras cabezas, el cerebro comienza a decir: "hey, no entiendo, pregunta si puede repetir", pero viene, casi a la misma vez, otro pensamiento que te dice: "No! mira a los demás, parece que todos entendieron, mejor no preguntes o quedarás como un tonto".
Bueno, puede que tu cerebro no te haya dicho de la misma forma la última respuesta que señalé, pero es cierto que más de alguna vez hemos sentido ese terrible miedo a quedar como ignorantes frente a los demás. Quizás este miedo lo hayas vivido en otras situaciones: con tus pares en el trabajo, o con tu jefe, o quizás hasta con tus propios amigos en discusiones ligeras o acaloradas de política o religión, por ejemplo. Y a qué le tenemos miedo realmente? cuando me sucedió por última vez, fue hace dos semanas cuando mi profesor de economía explicaba el concepto "ceteris paribus". Yo, que ya curso mi segunda carrera (donde también había cursado economía), sentí una verguenza al no entender lo que mis compañeros entendieron con tanta facilidad. Por qué me pasó? por qué sentí verguenza? porque sentía verguenza a quedar como un ignorante. Por eso, callé a mi cerebro y le dije "no, mejor no pregunto nada, qué verguenza preguntar".
Después de un tiempo seguía sin recordar qué era ceteris paribus (todavía no lo entiendo la verdad), pero sí tuve un flashback de esos momentos educativos que te marcan, que quedan para siempre y que cada cierto tiempo tu cerebro te lo pega y que, en mi caso, venía con un mensaje "mira tontito, no te acuerdas de la clase de filosofía, cuando te retaron por no querer preguntar?".
12 años atrás, en una escuela pública, la clase de filosofía hacía parecer que estuviese estudiando en la academia con el mismísimo Platón. Mi profesora, perpleja porque el alumno que le hizo una presentación completa de Freud hace unas semanas, tuvo nota 3 en escala de 1 a 7 en su exámen. Cuando me preguntó qué pasó, le señalé que no había tenido claro lo que había hablado en la clase. Me pregunta por qué no le dije para aclarar mis dudas, y solté la célebre frase que muchas veces nos hemos dicho: "es que me dió verguenza preguntar". Tuve que estudiar, como castigo (y como obligación, si no me bajaba la calificación de mi exámen), acerca de "la ignorancia según Sócrates". Dos semanas después, comprendí perfectamente mi error.
La ignorancia según Socrátes
Resulta que Sócrates señalaba (en términos simples) que la ignorancia no vendría siendo simplemente el hecho de no saber, generalizando en la sociedad el miedo a vivir en ese pozo profundo de humillación y verguenza por no tener el conocimiento de alguna temática o ciencia. Ese miedo con el que vivimos y nos inculcan desde niños. Un intento desalmado y cruel que nos debería servir para aprender en clases y obtener buenas calificaciones.
Pues no. La ignorancia para Sócrates, es un estado, y a la vez una condición. Un estado, porque todos sufrimos de ella en algún momento de nuestras vidas, y en general a lo largo de ella. Pero también es una condición, porque no podemos erradicarla por completo de nuestra vida. Vamos, que aunque quieras ser el erudito mas grande de este mundo, es imposible "conocer" todo. Es por ello que Sócrates nos hace esta aclaración muy filosófica, y nos señala que no debemos intentar alejar nuestra ignorancia, mucho menos escondera como lo hacemos cuando no queremos preguntar. No. Sócrates nos dice que debemos tomar consciencia de nuestra propia ignorancia, y que solo así, podremos tomar el camino de la búsqueda del conocimiento. Bello no?, pero... cómo abrazamos la ignorancia?.
Es mas simple de lo que pareciera ser estimados. No debes leer La República ni el Critón para entenderlo. Todo esto, es un pensamiento, una idea y una visión de cómo confrontamos los eventos donde nuestra ignorancia se desnuda, nuestro ego se minimiza y nos exponemos ante los demás, de forma muy humilde y honesta con nosotros mismos. Es cuando decimos en voz alta: "profesor, disculpe. No entendí", sea en una clase de filosofía o de cualquier otra materia.
Pensemos racionalmente... qué tiene de malo no saber algo?, a menos que seas una persona contratada para manejar un tablero que te permite lanzar bombas nucleares en todo el mundo con solo un botón, nada. Hay muchas respuestas ya sabidas: recibir la burla de los demás; que te respondan de mala manera, aludiendo a tu inteligencia para hacerte entender lo tonto que eres por no entender esto, y que es tu deber entenderlo sin recibir una nueva explicación; o quizás solo son voces internas que nos dicen todas estas cosas.
Y es en ese momento que olvidamos lo esencial... "hey, estamos estudiando, estamos aprendiendo. Está claro que no lo sé". No será que asumimos ese estado socrático al momento de matricularnos en nuestra clase?. Además, qué tiene de malo no aprender a la primera? qué problema hay con no saber algo que me están enseñando? nada queridos, nada. Porque cuando Sócrates hablaba de la ignorancia, nos decía que no debíamos odiarla. No debíamos desistir de ella, porque solo el conocimiento nos permitirá salir de ella. Pero, cómo vamos a salir de la ignorancia, si no somos conscientes que estamos en ella?.
Estudiamos para aprender. Estudiamos porque somos ignorantes, porque asumimos nuestra condición. Nunca saldremos de la ignorancia por completo. El pecado de la ignorancia es olvidar que lo somos. Evitar las burlas a quienes no saben lo mismo que tú o lo que les cuesta mas que a tí, es educar del tema dando el ejemplo. Puede que seas el mejor científico del mundo, pero puede que no sepas nada de inteligencia emocional; puede que seas el mejor en tu clase humanista, pero probablemente estalles cuando te ponen una ecuación cuadrática (algo tan simple para otros).
Es tu trabajo comprender que no sabes, para comprender lo que no sabes.
Nota: cada vez que me refiero a profesor o a ustedes, lo hago de forma inclusiva. Mis disculpas por no haber aplicado esto al texto. Es solo por cuestión de simplicidad al momento de escribir. Viva el lenguaje inclusivo!