¡Hola!
Os voy a contar un secreto...
Yo salgo del armario con todas mis alumnas y alumnos. Es así. Y no lo hago sin querer, ni se me escapa. Lo hago a propósito. Porque las niñas y niños se merecen tener referentes LGTBI y más se lo merecen las y los que pertenecen a esta comunidad.
Siempre lo comento con mi ex, a nosotras nadie nos dijo cuando éramos pequeñas que existía gente como nosotras. Y probablemente por eso tardamos tanto en descubrir quienes éramos. Tuvimos etapas de negación, de confusión, de miedo (por desgracia el miedo sigue presente hoy en día).
Por eso, siempre siempre siempre que tengo la oportunidad digo en mis clases algo referente a mi exnovia, o a familias monoparentales/monomarentales o al colectivo trans. Lo hago porque es necesario hacerlo.
Porque no me perdonaría estar una hora hablando sobre el presente simple en inglés mientras hay alguien al otro lado de la pizarra que solo piensa “¿por qué soy rara?”, ¿”qué hay de mal en mí?”. Mientras alguien no duerme odiando su cuerpo. Mientras dos chicos no dicen que se quieren porque temen que les llamen maricones.
No creo que haya nada más importante que educar en la diversidad, en la paz, en el amor, en el respeto y en la libertad. Libertad de ser quien eres, de querer a quien quieras porque (como bien dice @roygalan) solo tenemos esta vida para hacerlo.
Quería aprovechar hoy, día del orgullo, para lanzar este mensaje que tan importante considero. No voy a daros “trucos” o “consejos” para hacerlo, porque no los hay. Solo importa el valor en estos casos. Decidlo. Sin miedo. Yo, por mi parte, nunca me he encontrado una mala reacción. Y no digo que no pueda haberlas, pero sí considero que en cualquier caso una salida del armario pública es beneficiosa para el alumnado.
No van a cesar las agresiones ni los insultos porque salgas del armario. Pero a lo mejor hay una pequeña bollerita que piensa “a lo mejor si mi profe, siendo bollera* como es, ha conseguido llegar hasta donde está, igual yo también puedo”, “igual no estoy rota”. No privéis a niñas y niños de ese sentimiento de hogar, por favor.
Y si no pertenecéis al colectivo, siempre podéis mostraros aliados y aliadas de una forma obvia. Yo no soy trans, pero sí hablo de ello en clase. También hablo de personas racionalizadas y de diversidad funcional (todo en la medida de lo posible).
No se trata de que cada clase se convierta en un manifiesto, sino de que habléis con naturalidad de los temas de diversidad, y que sobre todo, habléis desde vuestra experiencia si la tenéis. Porque nada ayuda más a la infancia que referentes de carne y hueso que conoces en persona.
Os deseo un muy feliz orgullo a todas y a todos, también a los más peques.
¡¡Nos vemos por las redes!!
*Ya que estoy hablando de salir del armario, quiero hacerlo bien con vosotras. Yo no soy lesbiana, soy pansexual/bisexual (sí, soy consciente del debate, elige el término que más te guste), pero utilizo el término bollera porque (y esta es mi segunda aclaración) estoy a favor de la apropiación del insulto como estrategia política (por eso digo maricón y bollera). Pero por desgracia, bisexual no tiene un insulto como tal (al margen de biciosa que no me parece muy transparente), por eso suelo llamarme bollera. ;)