La lengua española, como cualquier otra, se aprende en el hacer. En cada una de las clases se establecen ejercicios que permiten al estudiante enfrentarse a situaciones cotidianas que lo llevan a ampliar su vocabulario, mejorar su habilidad escritural y desarrollar mayor habilidad para reconocer las inferencias de los diferentes textos que lee, siendo estos no solos los contenidos en los libros s...
La lengua española, como cualquier otra, se aprende en el hacer. En cada una de las clases se establecen ejercicios que permiten al estudiante enfrentarse a situaciones cotidianas que lo llevan a ampliar su vocabulario, mejorar su habilidad escritural y desarrollar mayor habilidad para reconocer las inferencias de los diferentes textos que lee, siendo estos no solos los contenidos en los libros sino en la vida diaria.