Mi nombre es Miguel Morales. Soy licenciado en filosofía con un amplio interés por todas las áreas de las humanidades (español, ciencias sociales, religión, ética, etc.). Me gusta aplicar una metodología de aprendizaje significativo, dándole prioridad a la conversación y a la confrontación de lo aprendido con la cotidianidad que nos rodea. Es un método que responde a las necesidades del entorno en el cual me desenvuelvo como docente. En un país con una carga de diversidad cultural tan amplia, en mi experiencia, he entendido que una única verdad o una única forma de enseñar no sirven, que sólo el diálogo responsable y consciente entre profesor y alumno, puede ayudarnos a avanzar por mejores sendas de comportamiento social.

He trabajado con discapacitados, con población de estratos bajos, población rural y grupos sociales como barristas, indígenas y afros. Me fascina enseñar pues siento que es la única manera de garantizar un mundo futuro mejor, ya que necesitamos una ciudadanía más crítica, responsable y consciente, y ese papel sólo se consigue si la educación deja de ser un cliché y se vuelve un hábito de vida.

Por mi parte, entiendo que la situación actual con el coronavirus ha limitado tanto la economía como los medios de enseñanza, pero es precisamente la virtualidad una herramienta que se nos presenta ahora como una opción viable para poder generar nuevas dinámicas tanto laborales como pedagógicas. Además, también es necesario replantearse críticamente las opciones que tenemos ante esta nueva realidad que pareciera que va a extenderse por un tiempo más prolongado.