Comencé a escribir de forma creativa a los trece años. Por supuesto, como con todo lo que se comienza desde cero, no tenía mucha idea de lo que estaba haciendo, pero una cosa era clara: sabía que me gustaba, me hacía sentir bien, sobre todo en esa etapa tan particular de la vida. Con el tiempo, descubrir aspectos de la escritura fue una revelación del día a día. Cuanto más escribía más me daba cuenta de la importancia de los detalles; mientras que la ortografía nunca representó un problema para mí, prestar atención a las conjugaciones verbales fue, sin dudas, un conocimiento que perfeccioné con la práctica.

Y de eso se trata. Práctica. Todos podemos escribir, de hecho todos lo hacemos, sin embargo, desde que la idea nos toma por sorpresa hasta el redactado definitivo hay un mundo de particularidades que deberíamos aprender si, eventualmente, queremos introducirnos el sinuoso camino de concluir un manuscrito, de darlo a conocer, alcanzar la publicación y, no menos importante, esperar a que sea leído.
Entonces, ¿cómo ilustramos nuestra idea central? ¿Cómo hacemos para crear personajes memorables? ¿Cómo atrapamos al lector?

Con método. Una palabra simple, que al principio asusta.

La escritura creativa puede ser un hobbie, así como transformarse en un modo de vida, no solo de ganarla, sino también de transitarla, y si se espera lograr esto último debemos perderle el miedo a esa palabra.
A través de mis clases te ayudaré a descubrir este arte, transitaremos juntos el camino desde la sinopsis hasta la composición, identificaremos los diferentes elementos narrativos, analizaremos problemas gramaticales y del lenguaje, así como también elaboraremos personajes y los tipos de narrador.

Mi nombre es Mariana y me especializo en ayudar a autores noveles desde el inicio de su obra, y estando con ellos en cada paso. Brindo servicios de corrección ortotipográfica y de estilo, reviso manuscritos, realizo informes, y además ofrezco un servicio de asesoría literaria integral exclusiva y personal para el autor.