Desde que inicié mi trabajo como profesora de Derecho, especialmente de Derecho Procesal, comprendí que la forma de enseñar tiene que cambiar, porque es imposible seguir las mismas formas para lograr un cambio. El mundo ha cambiado y ahora el profesional tiene que desarrollar competencias, duras y blandas, para enfrentar el mundo laboral al que va a entrar en un futuro. Incluso, las empresas tienen que cambiar su forma de organización, dirigidas a la innovación y el cambio. Por eso,mis clases son completamente dinámicas y con manejo de las tic, para que mis alumnos puedan desarrollar su aprendizaje. Estudiar a distancia no es imposible, de hecho es la nueva normalidad. Con las clases particulares me enfoco en las necesidades de aprendizaje de cada alumno, porque ninguno es igual al otro. Mi experiencia como profesora me ha permitido conocer las nuevas formas de enseñar y que el estudiante sea parte de su aprendizaje.
El contenido de las clases generales se desarrolla en función de las particularidades y de las realidades estudiadas, porque de nada sirve memorizar una serie de contenidos si no se comprende y se pone en práctica. En las clases particulares, la prioridad es el estudiante y aquellos puntos específicos que se le dificultan entender, partiendo del desarrollo de sus propias competencias de aprendizaje y de su inteligencia individual, que lo ayudarán a elevar todo el potencias que tiene.