Mi experiencia está relacionada con clases de PreIcfes dirigido a jóvenes de secundaria donde se identificaban los tipos de textos y la relación con los niveles de lectura según las preguntas del examen; enseñanza del español a niños de 8 años a través de la lectura con libro álbum; talleres de escritura dirigido a los jóvenes de 16 años; la corrección de estilo de una política pública y, por último, la coordinación de un programa de lectura y escritura dirigido a estudiantes universitarios.
A través de talleres y retroalimentaciones se desarrollan las clases y la dinámica en cada sesión tiene tres tiempos, el primero es de contextualización, el segundo es teoría y ejercicio y por último es la retroalimentación y ejercicios para realizar. Además se complementa con lecturas relacionadas a los temas.
Los contenidos giran en torno a dos niveles, por un lado, a nivel de la fonética, la sintaxis, la semántica y el léxico. Por el otro lado, el nivel ortográfico y gramatical en el que se tiene en cuenta los signos de puntuación, la acentuación, la coherencia, la cohesión, la elaboración de un texto desde la oración hasta el texto en su totalidad.