Me formé en la Asociación Aroué, y desde el año 2004 comparto mis enseñanzas.
Las clases son transformadoras. Transmito el estilo Vinyasa Yoga de la Cultura Rishikesh. Cada cuerpo es un universo, por lo tanto las posturas se ajustan a lo que el alumno necesita para su propia armonía y equilibrio. Las clases tienen un ritmo dinámico, están enfocadas en la flexibilidad y la fuerza, encontrando el balance a través de la respiración conciente. El ritmo respiratorio tiene un gran impacto, purifica el cuerpo y limpia la mente, genera conciencia física y mental, aportando muchos beneficios y brindándonos herramientas para poder fluir cada día en nuestro entorno.
Yoga, es una experiencia inagotable que nos convierte en la nuestra mejor versión.