Francisco es una persona increíble, metódico, reflexivo y observador, muy creativo, capaz de hacerte encontrar la habilidad por diferentes vías. Serio, responsable, tranquilo y generoso. Agradezco mucho haberlo conocido, sus clases de guitarra se vuelven más interesantes y el progreso es celebrado con más enseñanzas cada día. Con Francisco la música es un idioma que con práctica y una buena guía puede aprenderse. Tengo 40 años y me ha sabido demostrar que nunca es tarde.