En mis clases, nos apoyamos primero, como base, en la teoría referente al tema y de acuerdo al nivel en el que se encuentre el alumno en cuanto a sus conocimientos. Sigo con preguntar al alumno “qué conoce o ha escuchado respecto del tema” y dependiendo su respuesta, corrijo o hago la conexión necesaria para dar algunos ejemplo que el alumno me dio o algunos nuevo que posiblemente no conozca. Es entonces cuando empiezo a explicar en conjunto teoría-ejemplo, el concepto total, resuelvo dudas del alumno y hasta que quede claro al 100% empezamos con ejercicios supervisados por mí, pido al alumno que vaya anotando las dudas que durante la realización los ejercicios vayan surgiendo y resuelva por sí solo, el mayor número de ejercicios posible. Al terminar el tiempo dado, empezamos a revisar y el alumno va mostrando sus dudas, corregimos lo necesario, respondo a las preguntas, doy solución a los ejercicios que, tal vez por mayor dificultad, no fueron resueltos y procedo a dejar tareas para que el mismo alumno evalúe su nivel de aprendizaje y sea consciente por sí solo de cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles en cuanto a los temas vistos y en sus procesos de aprendizaje. A la siguiente clase se revisan los ejercicios que fueron dejados de tarea, se resuelven dudas y después hacemos retroalimentación del tema y le pregunto al alumno qué creé que debamos mejorar para que el aprendizaje sea más eficiente y haya las menores dudas y errores posibles.