ARTERAPIA busca explorar el amplio y particular universo interior de cada ser humano que desee desplegar las alas de su imaginación con suma libertad y coraje para ir más allá de los preconceptos que rondan la idea de lo que es el arte y por ende un artista (“Eso es algo para los privilegiados que han nacido con el don, que tienen el talento…”) y aventurarse a descubrir que, en verdad, todos poseemos un lenguaje absolutamente personal, característico y único (que, a ciencia cierta se manifiesta aunque no nos demos cuenta en todo lo que hacemos en nuestras vidas) esperando a expresarse en un dibujo (o en una canción, o en un relato…) con la mayor transparencia posible, honrrando justamente a todo eso que nos hace inconfundibles y auténticos a la hora de ejercer un punto de vista particular sobre todos esos aspectos que nos parecen dignos y urgentes de ser abordados desde nuestra natural inquietud de animales curiosos e intranquilos. Nuestros sentimientos, nuestras carencias, nuestras aficiones, nuestras aflicciones, nuestros afectos, nuestros traumas, nuestros sueños, nuestros triunfos, nuestras derrotas, nuestros amores, nuestros odios, completamente todo aquello que necesitamos procesar (incluso lo que creemos ridículo o bestial) para poder entender de qué estamos hechos como criaturas vivas en este breve periplo que es la vida, adquiere una dignidad, un goce legítimo y una necesaria celebración (incluso de lo que sufrimos) si es que lo abordamos asumiéndonos tal y como somos a través del DEERECHO QUE TODOS TENEMOS de ejercer el acto de la experiencia creativa a través del arte y su increíble sabiduría trasformadora, redentora, exorcista y sí, aunque usted no lo crea, hasta sanadora.
Por eso es precisamente un asunto de total dignidad el hacer uso del arte para reconectarnos con nuestro centro, con el verdadero corazón de aquello que nos motiva a seguir buscando estar vivos, a nuestra manera, tal y como de verdad queremos vivir. Y bueno, nunca habrá una garantía de que lleguemos a lograrlo pero tampoco existirá manera de comprobarlo si es que nunca decidimos jugarnos un poquito el pellejo y atrevernos a darle un poquito más de valor y vuelo a nuestro modesto paso por este valle de lágrimas. Y el objetivo y sagrada misión de este taller es enseñar, difundir y nutrirse y aprender continuamente de esta sinigual e inagotable forma de amor propio, que al mismo tiempo es beneficiosa para una convivencia más saludable – en nuestras convergencias y divergencias – con todes les que nos rodean en nuestra vida.
Entonces sumergirnos al mundo paralelo de nuestro Arte en ARTERAPIA será una oportunidad interesante de volver a ejercitar nuestros sentidos, revisar nuestra alma, esclarecer, limpiar y ordenar nuestra historia y así permitirnos tener un espacio íntimo a la medida de nuestra creatividad y su interminable búsqueda de replantear, reformular y aportar directamente a la naturaleza que nos constituye.
Para esto partimos del dibujo como punto de partida juguetón e inquietante. Todos los atributos y características que posee el dibujo, tales como la línea, el trazo, las tonalidades e intensidades, el volumen, la perspectiva, el temperamento, las texturas, los símbolos, los patrones, entre otros, serán herramientas de gran utilidad para que empecemos a traducir, desde lo más sencillo y elemental, todo lo intangible y abstracto de nuestra condición humana. Y así desde el dibujo iremos permitiéndonos también escuchar el intuitivo llamado para empezar a explorar simultáneamente en otros terrenos expresivos como la música, la pintura, la poesía, la danza, el teatro, etc. Entendiendo así que todas las ramas del Arte están de algunas maneras conectadas, el dibujo constituirá un mediador articulado para que integremos a nuestro favor todo tipo de ámbitos y posibilidades creativas.