Daniel no solo fue docente mío, también fue un sujeto que detonó en el desarrollo académico que tengo actualmente como estudiante de un pregrado en el Externado. La genuina vocación docente siempre me ha hecho mejor estudiante y Daniel no fue la excepción con respecto a lo anterior, gracias a él me pude convertir en una estudiante disciplinada y ejemplar. El estudio meticuloso sobre qué temáticas o qué lecturas debemos revisar, demuestra no solo su gran labor como profesor, sino también como ser humano, ya que conecta lo cotidiano con lo académico de una manera increíble. Su vasto conocimiento sobre filosofía y derecho nos deja a nosotros como sus estudiantes, no solo con las ganas de aprender más sino con la misma necesidad de ampliar nuestro conocimiento. Gracias a sus clases, actualmente soy una persona que: realiza análisis críticos día a día, sabe cómo argumentar y contra argumentar con peso y, sobre todo, mantiene un conocimiento general, pero necesario, sobre la filosofía. 10/10