Juan
★★★★★
Las clases de Catalina están llenas no sólo de una manera de explicar ávida y comprensible, sino que también se ven envueltas en una dinámica divertida y amena, en la cual aprender se vuelve algo no solo de índole académico y/o intelectual sino también en un espacio que invita, en parte, a lo ludico... a mi parecer, la enseñanza y el conocimiento deben estar envueltas en estas dos aristas, y Cata lo cumple.