En primer lugar, se realizará una entrevista para conocer las metas del estudiante. Las clases pueden ser de 1 o 2 horas, dependiendo de las necesidades y objetivos planteados.

Siendo la modalidad virtual lo imperante en estos tiempos, se trabajará con material audiovisual provisto por el docente, en las plataformas virtuales con las que se cuenten (Zoom, Google Meet, Webex). El material podrá ser entregado al estudiante.

Se trabajará con bibliografía provista por la institución donde resida el estudiante (escuela, universidad, etc), más la bibliografía complementaria propia. Las clases se dividirán en tiempos: introducción y definición de conceptos, desarrollo de la bibliografía y ejercicios.

La definición inicial de los conceptos permitirá un reconocimiento rápido a futuro de la temática, mientras que la siguiente lectura y análisis de la bibliografía permitirá justificar y expresar esa definición. Los ejercicios están pensados como comprobación de lectura y práctica en la redacción de textos.

En mi experiencia docente, la comprensión de texto es tan importante como la capacidad de redacción. Por ello, ambas habilidades estarán contenidas en las clases.

Se buscará un diálogo fluido con el estudiante. Las dudas pueden presentarse en cualquier momento de las clases y se promoverá una participación activa (oral y escrita) del estudiante.

Dependiendo de las necesidades del estudiante, se podrán realizar evaluaciones períodicas del contenido trabajado, en la forma de exámenes orales o actividades de comprensión de texto más ejercicios.

El trabajo en grupo o la puesta en común de conocimientos con otras personas podrá plantearse por parte del estudiante, si lo deseara.