Tu entrenador está con el celular y no te presta atención
Lamentablemente, es algo común en los entrenadores personales que no te presten atención al 100% y esto es algo muy importante a reclamar. Informarle a tu entrenador que no te gustan esas actitudes o directamente deja de contratarlo. Tu tiempo vale oro y que otros no lo valoren no es de buen gusto. Un buen entrenador siempre está 100% a la disposición de su entrenado en los momentos de trabajo, con toda su atención allí.
No ves progreso
Si llevas mucho tiempo (+ 6 meses) por ejemplo y no ves NINGÚN tipo de resultado, algo esta pasando. Obvio que depende muchísimo de cada situación y contexto pero en términos generales si aun pasados estos 6 meses no notas ningún cambio, debes charlarlo con tu entrenador, ya que es algo que no es normal.
Lo que si puede suceder es que después de un progreso te estanques, pero que en ningún momento no exista algún tipo de progreso no es común.
Llega tarde
Llegar tarde es uno de las peores costumbres quizás adquiridas por algunas personas. Llegar tarde es no valorar el tiempo del otro y mucho más cuando es sin aviso. Si tu entrenador llega tarde siempre o a menudo, deberías reflexionar en pedirle que modifique eso o directamente acudir a otro. Es posible que puedan suceder accidentes de último momento el cual impiden quizás el aviso al entrenado de que llega tarde, pero esto NUNCA debe ser costumbre.
No cumple lo que promete
Si tu entrenador te dice: “Mañana te enviare la rutina”, llega ese dia y no lo cumple, es algo desagradable. Cumplir con lo que uno dice es vital para establecer una confianza y rigurosidad.
Por ello pedirle a tu entrenador modificar esa situación o directamente acudir a otro es una buena opción. Quizas vos ya te habias organizado tu dia para que cuando te llegara su rutina realizarla y esa rutina nunca llego.