La relación entre el maestro y el alumno en el ambiente educativo, muchas veces se convierte en todo un reto, ya que, además de diferentes factores, la comunicación y la motivación también son parte de las herramientas esenciales que fortalecen el proceso de aprendizaje. La programación neurolingüística o PNL conlleva a mejorar los canales de comunicación y, por ende, la calidad de los procesos pedagógicos, lo que permite dejar a un lado métodos obsoletos para nuestra época.
La programación neurolingüística se encarga de estudiar como los seres humanos procesamos el lenguaje, con el objetivo de modificar pensamientos y hábitos que les permita alcanzar el éxito en ciertas actividades, por medio de técnicas de percepción, comportamental y comunicativas. La PNL en la educación logra desarrollar y fortalecer los canales de comunicación entre el maestro y el alumno para conseguir resultados exitosos en el proceso de aprendizaje. Además, brinda herramientas a los docentes para orientar a estudiantes con conductas difíciles en el aula.
Actualmente, se llevan a cabo diferentes investigaciones de la programación neurolingüística en educación, pero en el 2003 un estudio llamado "Neuro-linguistic programming: its potencial for learning and teaching in formal education" responde cómo estas técnicas influyen de manera positiva en la educación. Los autores de la investigación aseguran que la PNL le facilita herramientas al maestro para conocer cómo el alumno procesa la información y lograr adaptar su metodología a ello. Asimismo, permite una retroalimentación mutua y que el estudiante conozca sus habilidades para alcanzar un aprendizaje más óptimo.
Técnicas PNL en el aula
- El posicionamiento perceptivo
Esta técnica desarrolla la habilidad de ver las cosas desde el punto de vista del otro. Para realizar este ejercicio, dos estudiantes en el aula deben tener opiniones diferentes durante un debate, luego el maestro solicita a los alumnos intercambiar de puesto, lo que hace que el cambio de pensamiento sea mucho más profundo, pues el ejercicio promueve una participación activa.
- La presuposición
Permite enfocarnos mucho más en la tarea que estamos realizando, por ejemplo, el docente brinda la oportunidad a sus alumnos de elegir entre terminar unas preguntas ahora o hacer otra actividad antes, esta segunda tarea puede ser una lluvia de ideas. Los estudiantes sobreentienden que ambas actividades deben completarse, sin embargo, darles la alternativa de elegir hace que estén más atentos a la actividad de resolver las preguntas, cuando vuelvan a hacerlo.
También existen otras técnicas como el anclaje, el rapport, los patrones y la disociación visual que se pueden utilizar en el aula para identificar, emociones, comportamientos y patrones que interfieren o, por el contrario, nos ayudan a alcanzar el éxito.