¿Profesor yo? De cómo me metí en esto de las clases particulares

Hola a todos, mi nombre es Francisco Javier y este es mi primer post. Creo que la mejor forma de empezar es presentarme y explicar cómo llegué hasta aquí.

Soy licenciado en química y aunque doy clases casi de todo, lo mio como podréis imaginar, son las ciencias. Nunca he sido un gran estudiante, pero tampoco he sido ningún genio, así que mi primera experiencia en esto fue como alumno en una pequeña academia de mi barrio, donde Vicente (o "Tin" como le gustaba que le llamáramos) nos ayudaba a estudiar, a comprender y claro está, a aprobar. "Tin" era profesor en un colegio cercano y como persona, amable, simpático y paciente. Reconozco que le debo mucho, aunque la verdad, si en aquella época él u otra persona me hubiese dicho que iba a ser profesor particular, me hubiese reido sin parar.

En aquella época no se me pasaba ni remotamente por la cabeza ser profesor o maestro y hoy en día, estoy en ello. Pero no nos adelantemos. Los años pasaron, mi nivel académico subió y al final tuve que dejar la academia y buscarme la vida por mi cuenta. Así llegué a lo que entonces era BUP y COU donde entre compañeros nos echábamos una mano para aprobar. Ya por entonces había alumnos conflictivos en los colegios privados y en los institutos, así que lo de dar clases para mi seguía sin ser una opción.

Así llegué a selectividad y tras mucho esfuerzo entré en la carrera. Me gustaría decir que fue fácil, pero la verdad es que hacer química en la Universidad de Alicante fue muy duro. Afortunadamente tenía buenos compañeros y entre nosotros nos ayudábamos pasandonos apuntes, libros, ejercicios y ayudándonos a estudiar. Tal vez ése fuera el primer instante en el que se me pasó por la cabeza que podría estar bien dar clases. Uno se siente bien ayudando a los demás. El problema es que también me producía temor por dos razones: La primera, la responsabilidad y la segunda, el propio alumno. Pensad que dar clases es una responsabilidad muy importante ya que estás ayudando a formar a una persona. Intentas mejorar su nivel de conocimientos, su nivel cultural e incluso su comportamiento. Por otro lado, cuando unos padres te llaman para que le des clases a sus hijos, nunca sabes qué te vas a encontrar. No sabes si se porta bien o mal, el carácter, su forma de pensar... y tienes que lidiar con ello.

Pero bueno, entonces... ¿cómo me metí en esto? Pues al final, me decidí por la crisis de hace unos años. Durante mis últimos años de carrera empecé a buscar prácticas o algún trabajo, pero no había forma. La crisis afectó tanto al mercado laboral que no había opciones. Pocas prácticas y sin remuneración y muchas menos ofertas de empleo (con el agravante de no tener experiencia). Llegados a este punto y un poco cansado, me armé de valor, me lancé a la piscina y empecé a poner carteles donde me ofrecía como profesor particular, me inscribí a webs como tusclasesparticulares... y empezaron a aparecer alumnos.

Reconozco que tuve mucha suerte con los alumnos, ya que me aceptaron, tuvieron paciencia conmigo y entre todos logramos aprobar. Además gracias a uno de esos alumnos entré a trabajar en una academia, lo que me permitió mejorar y darme cuenta de que además de los laboratorios, y de los experimentos, la química también es conocimiento y tan importante como descubrir cosas nuevas, es darla a conocer.

Bueno, no me enrollo más. A día de hoy sigo dando clases particulares y colaboro con una academia. Me alegro cada vez que mis alumnos llegan con sus buenas notas y me entristezco tanto como ellos cuando no aprueban. No obstante todo error y todo suspenso no es mas que un nuevo principio y una nueva oportunidad para luchar y hacerlo mejor, así que los animo y volvemos al trabajo con nuevas ganas y nuevas ilusiones.

¿Qué deparará el futuro? Nunca se sabe, pero espero que siga siendo tan satisfactorio como mi presente.

Para terminar, permitidme un pequeño homenaje. He tenido bastantes profesores a lo largo de mi vida. No todos han sido buenos profesores, pero algunos me han marcado y me han demostrado muchas cosas. A todos ellos los llevo en mi corazón y les doy mi más sincero agradecimiento.