No se puede comenzar a hablar de Percepción Visual sin mencionar a Marianne Frostig quien ha sido la persona que psicopedagógicamente ha establecido las pautas para trabajar esta función cognitiva. Los niños que se inician en el aprendizaje de la lectura y de la escritura deben poseer la madurez necesaria de esta psicofunción que les permite percibir a través de los ojos los signos que serán interpretados en el cerebro para posteriormente dar una respuesta verbal o motora que se traduce en lectura o en escritura. Marianne Frostig, David Horne y Ann Marie Miller consideran que la percepción visual no es sólo la facultad de ver de forma correcta, sino de reconocer y discriminar los estímulos visuales e interpretarlos, entonces tenemos que la Percepción Visual es la capacidad de reconocer, discriminar e interpretar estímulos visuales, asociándolos con experiencias previas. Cuando el especialista determina mediante pruebas especializadas que el Problema de Aprendizaje del niño está relacionado a un bajo funcionamiento de la percepción visual, deberá diseñar un plan psicopedagógico integral que abarque el desarrollo de la misma.
La percepción visual presenta cinco facultades que influyen directamente en la capacidad de aprendizaje: Direccionalidad, Percepción Figura-Fondo, Constancia de la Forma, Posición en el Espacio y Relaciones Espaciales.
Direccionalidad : Cuando una persona lee, sus ojos efectúan un movimiento progresivo de izquierda a derecha. Al llegar al final de la línea regresa nuevamente a la izquierda, pero una línea más abajo que el punto de partida. Sin un adecuado desarrollo de las destrezas direccionales, la lectura y la escritura pueden verse afectadas por inversiones frecuentes, confusiones de palabras y sustituciones
Percepción figura-fondo: capacidad de percibir con más claridad aquello que atrae la atención (objeto-figura) dentro del campo perceptivo (fondo), es decir, de distinguir un objeto del entorno. Ante un estímulo, la figura es el objeto de nuestra percepción; al desviar la atención hacia otra parte del campo visual, el nuevo centro de interés se convierte en figura, y lo que antes era figura, en fondo. Esta capacidad influye en la localización de letras o palabras en una página o pizarra.
Constancia perceptual de la forma: capacidad para reconocer los objetos por sus propiedades invariables. Interviene en la identificación de formas y objetos, independientemente del color, el tamaño, la forma o la posición que adopten. Por ejemplo, un objeto no cambia aunque lo observemos desde distintos puntos de vista, más lejos, más cerca, desde arriba. Esta capacidad nos permite diferenciar entre letras semejantes, reconocer objetos tridimensionales dibujados en un plano bidimensional, etc.
Posición en el espacio: capacidad para percibir un objeto en el espacio en relación con nuestro cuerpo. Esta capacidad y la siguiente son imprescindibles para la comprensión de los conceptos de número, magnitudes, distancias, etc., para dejar el espacio correcto entre las letras y palabras, etc.
Percepción de las relaciones espaciales: capacidad de percibir la posición de dos o más objetos en relación con el propio sujeto y unos respecto de los otros. Desde el punto de vista perceptivo-Motor el niño debe captar la realidad y reproducirla tal cual es.
Si tu hijo presenta algún problema para la adquisición de la lectura, la escritura o matemática no dudes en ir con un especialista del área quien será la persona mejor capacitada para ayudarle.