Dicen que la música es el lenguaje del alma y que la vibración de cada pieza o canción puede cambiar el estado de las personas. Estoy segura de que así es, ya que cuando cojo mi guitarra los días que estoy alegre o apagada tocarla hace que mi estado se transforme.
Le llaman músico terapia y si la música nos influye cuando la escuchamos imagínate cuando eres tu el que está haciendo vibrar el instrumento y reproduciendo música con tu cuerpo y mente. Aprender requiere tiempo pero siempre digo que más vale tocar 15 minutos al día sintiendo la música y disfrutando de la actividad que una hora al día aburrido.
Aprender con la emoción nos lleva a un aprendizaje intenso que será más fácil aprender y recordar lo aprendido. También es importante tocar canciones que nos motiven y nos hagan sentir emociones, por ejemplo si prefieren el rock al flamenco buscaremos canciones de Rock que nos hagan vibrar y aunque tengamos que repetir la canción mil veces y tocarla por tramos al final el logro será satisfactorio.
Visualiza esa canción que te pone los pelos de punta e imagina que la estas tocando para ti y llega un momento que tu cuerpo se eriza y siente un hormigueo que te hace sentir tan conectado con todo que se vuelve como una adición tocar y cada vez que tienes un hueco libre solo quieres volver a tocarla.
Si siempre te gusto la guitarra y te gustaría aprender no dudes porque nunca es tarde y menos si se trata de un instrumento.
Lucia Perera