La influencia del docente: obligación o gusto por enseñar

Si se quiere hablar sobre éxito escolar, es necesario entender que éste es el resultado de valoraciones desde diferentes perspectivas que permiten identificar el dominio que pueda tener un estudiante sobre un contenido específico, y este conocimiento usualmente proviene de la motivación que un docente genera en un estudiante.

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De esta manera, se resalta la influencia del profesor y la estimulación que él mismo ofrece, como factores esenciales en el aprendizaje. Sin embargo, esto no es posible cuando la enseñanza se realiza desde la obligación y no desde el gusto.

Un docente que enseña por gusto, porque le apasiona lo que hace, y es partidario de que el conocimiento se debe compartir se transforma en un motor que impulsa el proceso de aprendizaje que despierta el interés e incita al orientado a investigar y a complementar las temáticas de forma individual y voluntaria.

Además generar un efecto bola de nieve que va creciendo cada vez más, dando lugar a una motivación intrínseca, porque a partir de este gusto acogido el estudiante puede terminar decidiendo un enfoque práctico para su vida.

Por el contrario, un docente que enseña desde la obligación, posiblemente porque no encontró otra opción para desempeñarse en la vida, difícilmente va a lograr que un estudiante despierte un interés real en lo que aprende.

Lo anterior, llega a generar conocimientos parciales, o momentáneos, mientras se cumple con un objetivo que puede ser la entrega de un trabajo, una exposición, una evaluación, en fin, una actividad que genere una cualificación, pero que tan pronto se cumple con lo planteado, este conocimiento se desecha de forma voluntaria.

En este caso, además, es posible que el orientado llegue sentir frustración y hasta desinterés por la temática que está aprendiendo, trayendo como consecuencia incluso que frene sus habilidades reales.

De esta forma se puede observar que trabajar enseñando por obligación o gusto puede influir drásticamente en el comportamiento e interiorización de una temática, siendo finalmente el único responsable el docente u orientador.