Durante mucho tiempo se ha creído que el puro hecho de aprender a tocar un instrumento trae grandes beneficios al alumno; sin embargo, científicamente son teorías altamente cuestionables. Lo que en realidad trae beneficios a través del aprendizaje es cuando se adquiere la habilidad no de tocar, sino mas bien de crear y escuchar música.
Existen estudios que demuestran que las clases de música que se imparten en una escuela tradicional no favorecen de manera notable el IQ de los alumnos de forma significativa; para sorpresa de muchos los videojuegos puede incluso traer mas beneficios relacionado a ésto (aunque el exceso y abuso de éstos puede traer malas consecuencias). sin embargo de igual manera de ha demostrado que quienes estudian artes dramáticas y logran adecuar su vida en relación con la música obtienen beneficios mucho más favorables y satisfactorios para su persona, vida social y salud.
Hay que tomar en cuenta que la música es un arte dramático, ya que puede expresar un sin fin de emociones e ideas a través de la ejecución de un instrumento. La clave esta en dos factores fundamentales: La habilidad de profesor de poder instruir a un artista escénico, y los objetivos del alumno como intérprete.
Los objetivos del alumno como intérprete
Existe un mal concepto de lo que se conoce como tocar un instrumento. Tocar un instrumento puede describir incluso el puro hecho de poner las manos sobre un instrumento musical, sin ejecutar una sola nota y sin expresar ninguna emoción (algo similar al concierto de John Cage’s 4:33″) y otro concepto es el poder transmitir una sensación a través de la ejecución del instrumento.
El alumno debe de conocer muy bien cuales son sus objetivos y buscar al profesor que más le acomode. En todo caso siempre es un error que la institución designe al profesor sin conocimiento previo sobre su filosofía de la música. Si el alumno aún es muy pequeño para decidir por sí mismo, los padres son quienes deben de asumir esta responsabilidad, el padre deberá de conocer a la perfección el método que el profesor utilizará, revisar y verificar los datos de los libros que el profesor imparte.
La habilidad de profesor de poder instruir a un artista
El profesor debe de ser capaz de poder fomentar la motivación del artista amateur, complementando la enseñanza con una metodología favorable. Muchos artistas principiantes se pueden encontrar en situaciones negativas que afecten o destruyan el ánimo y su motivación, principalmente cuando el alumno se encuentra inmerso en un mar de ejercicios monótonos, repetitivos y bajo fuerte presión. Un profesor calificado debe de ser capaz de implementar técnicas y métodos previamente elaborados y probados. En todo caso el ingenio y ánimo del profesor siguen siendo fundamentales y prioritarios ante cualquier método o filosofía; siempre y cuando sea para favorecer al alumno en su camino para convertirse en un gran artista escénico.