La pandemia hizo que muchos profesores se adapten a los medios tecnológicos para seguir brindando clases. Es cierto que a muchos les ha costado, principalmente a aquellos que no han estado muy familiarizados con el uso de computadoras. Por otro lado, a otros les ha facilitado la enseñanza, dado que han podido llegar a lugares que nunca habrían pensado a través de la internet. Por ejemplo, muchos pofesores han podido tener alumnos de otros países y/o también más ingresos monetarios debido al cambio de divisas.
Cuando yo empecé a dictar clases, lo hacía también de manera tradicional, es decir, presencial, en una academia, posteriormente, en una escuela, y finalmente, como profesor particular. Sin embargo, la pandemia no hizo que yo presente dificultades para seguir dictando mis clases, dado que desde el año 2014, dicto clases también de manera virtual. En un primer momento lo hacía por Skype, luego por GoogleMet, y finalmente, cuando la pandemia llegó a inicios de 2020 en Perú, y se nos obligó a pasar largas cuarentenas, tuve que migrar a una plataforma más ligera y efectiva, como lo fue Zoom, y que de hecho, es mi plataforma principal de dictado de clases en la actualidad.
He tenido alumnos de mi misma ciudad, como también de otras ciudades del país y del mundo. De hecho, en 2015, yo brindaba clases de guitarra eléctrica a alumnos de Estados Unidos que querían aprender música peruana, y eso hice.
A través del dictado de clases virtuales he logrado que algunos alumnos puedan ingresar a universidades de música, e incluso, aquellos que se mantienen como ejecutantes, son muy brillantes. Por lo tanto, pensar que la virtualidad disminuye la calidad de aprendizaje puede ser considerado un mito más.