Como instrumentadora quirúrgica, muchas veces en mi carrera de medicina estudie materias, que si alguien me pregunta, no recuerdo casi nada, pero si me consultan de una técnica quirúrgica la se describir con lujo de detalle.
¿Porque es eso?
Es porque la práctica repetitiva de los conocimientos los afianza. Es por eso que muchas veces es bueno que los alumnos, en parte en matemática, tengan muchos ejemplos y ejercitación.
En mi segunda carrera de ingeniería me percate que es tan denso el contenido, que es imposible abarcar todos los ejemplos de ejercitación de matemática, por eso a mis alumnos, llevando esa premisa de poder ejercitar de todas las maneras posibles, enseño a mis alumnos a reflexionar acerca de a que se quiere llegar resolviendo estos ejercicios y al poder entender el objetivo, ellos solos pueden plantear sus propios ejercicios o preguntarse por ejemplo si este ejercicio lo puedo plantear al revés desde la solución al planteo o desde la forma geométrica, se puede plantear de diferente forma o verificar de tal manera.
Cuando se llega al mismo resultado desde diferentes ángulos planteados por mis alumnos es cuando se comienzan a interesar y entender que la matemática es práctica en su manera más pura.
También todos los conceptos teóricos tienen su parte que es llevada a la práctica y de esa manera se entienden mucho mejor. O entender de donde vienen las fórmulas que ya están propuestas, como son así, al entender de donde vienen se hace una cascada de conocimiento y allí es donde quedan mejor entendidas.
Ese es el concepto que persigo siempre, la manera más concisa de hacer la teoría y así luego darle a la práctica todo el tiempo posible y hacer todos los ejemplos que puedan mis alumnos darme es la mejor clase tanto como para ellos como para mí.