1. ¿Es difícil? Desafío a corto plazo, facilidad a largo plazo.
En un primer contacto, el chino puede parecer complicado, especialmente al enfrentarse a los tonos, los caracteres y los sonidos desconocidos para un extranjero. Sin embargo, hay aspectos que convierten al idioma chino en relativamente fácil de aprender, como son las estructuras gramaticales relativamente simples y muy matémáticas, donde no existe conjugación de verbos, el plural y el género, ... De esta manera, formar oraciones sencillas y expresar ideas es más fácil de lo que uno puede entrever al principio.
2. ¿Por qué aprendes chino?
Esta es la pregunta fundamental, pero por otro lado, la más difícil de responder por parte de la mayoría de estudiantes chinos. Es fácil decir que por su practicidad en el entorno actual de globalización. Con cada vez más productos, servicios y estudiantes chinos, los extranjeros con fluidez lingüística y cultural china tienen una gran demanda. Si deseas vivir un tiempo o trabajar en un país de habla china (la utilización del idioma no solo se limita sólo a China), el dominio del chino mandarín es clave. Este idioma te puede abrir una puerta a nuevas oportunidades profesionales y personales.
De ahí que la clave sea identificar bien tu motivación, porque ese va a ser el motor que te alentará, especialmente en los momentos duros o de "bajón", cuando no te apetezca enfrentarte a la continuación del estudio del idioma, cuando tu corazón diga "Quiero seguir", pero tu cuerpo se aplatane en un sinfín de excusas para no continuar. Recordarte tu "por qué" te mantendrá cuerdo en esas horas difíciles por las que todos hemos pasado.
3. Úsalo (o piérdelo). Asegúrate de practicar el idioma fuera del aula. Incluso aunque sean frases aparentemente simples al ir a comprar o comer, como "Gracias", "Buenos días",... requieren práctica para naturalizarlas y poder expresarlas con fluidez.
4. ¡Diviértete aprendiendo! No conviertas el estudio del idioma chino en una tarea más en la semana. Disfruta con las particularidades de un idioma tan apasionante. Ríete de tus errores, dibuja los caracteres como si de un arte se tratara, exagera la pronunciación de los tonos y sonidos extraños como si fueras un actor realizando la interpretación de su vida, aprende a decir lo que quieras decir,... Que el aprendizaje del chino sea tu momento de desconexión, tu escape en la rutina de la semana para reencontrarte con una cultura milenaria que te espera con sus intrigantes matices.
Para ello, a la hora de encontrar un profesor de chino adecuado, te recomiendo que, como decía un anuncio hace años: "busques, compares y si encuentras algo mejor, lo compres". Encontrar un profesor entusiasta, con la experiencia de años de aprendizaje y enseñanza, que te facilite sortear los obstáculos al asimilar las particularidades del idioma, pero con la ilusión de un estudiante que continúa con ilusión aprendiendo sin cesar (porque un idioma nunca se termina de aprender del todo).
Aquí tienes una opción que no te decepcionará.
Isaac Jaramago
好好 学习, 天天 向上 Hǎohào xuéxí, tiāntiān xiàngshàng: estudia mucho y cada día mejorarás.