Como despertó en mí la vocación de enseñar a volar, pues muy simple: Con 6 años comencé con la Gimnacia Rítmica, a los 8 años pasé a la Gimnástica y a los 12 años ya era una deportista vanguardia, pero como cuando sueles ser pequeña aún no tienes clara una meta, quise dejarlo y mi rumbo cambió, por lo que me dediqué a estudiar producción y dirección de Música, Televisión y Cine, años más tardes por voluntad propia decidí formarme en la escuela de Danza Moderna y Contemporanía de Cuba en las cuales obtuve mis títulos.
"El comienzo de mi nueva era"
Lo primero que hacemos al llegar a un País extranjero es recorrer la gran ciudad descubrir y explorar sus Museos, Catedrales, su historia y por último la vida nocturna; sus salas de bailes! Es aquí donde surge mi interés por enseñar ya que según observaba en las discotecas, veía que todos aquellos que bailaban la salsa cubana eran como una especie de Robot, no veía alegrías en sus rostros, lo que comunicaban era una cierta tensión y un interés marcado en hacer unas figuras que en muchas ocasiones jamás se hacían con el sentido del ritmo y música requeridos, otros parecían que estaban en una competición, lo cual me llevó a la siguiente reflexión? Ser profesora particular e impartir clases pero más allá de la salsa, el sabor cubano, haciéndoles descubrir como soltar el cuerpo adquiriendo los conocimientos de técnicas, musicalidad y combinación de pasos los cuales les ayudarían a soltarse con una gracia singular y a perfeccionar la técnica, sería un gran aporte y mi mayor realización.
1- Mi objetivo principal es contagiar la energía a mis alumnos de vivir a través de la música, el ritmo y la soltura del cuerpo para moverlo con placer.
2- Explorar a través de tu cuerpo las posibilidades creativas, expresivas y humanas
3- Relajación e interpretación.
Esta es la base fundamental para lograr bailar salsa cubana, una vez logrados estos resultados es la razón por la cual muchos de mis alumnos han logrado bailar en tres meses, pues lo más importante es comprender las clave cubana. Sin eso no tenemos nada, sólo vueltas ( figuras ) sin sentidos y números en la cabeza que no les dejan avanzar.
Lo más importante es el sentimiento y la soltura del cuerpo. Echar a Volar..
Aunque algunos afirman que la salsa nació en New York, en realidad es en Cuba donde nace la música del sabor.Ya desde el año 1929 Ignacio Piñeiro nombraba y popularizaba la palabra "salsa" y es así que en 1932 graba la canción... Échale salsita! Que condimentó el ajiaco musical cubano lleno de sabrosura antillana.