• Lo que deberíamos aprender de pequeños

Algunas cosas se deberían aprender de pequeños y que no suelen aparecer en los programas escolares

A leer y a escribir, a sumar, a resolver problemas matemáticos, cosas sobre el planeta en el que vivimos o cuestiones relacionadas con el cuerpo humano son cosas que se aprenden de pequeños. Estas habilidades y conocimientos puede que tengan más o menos utilidad, quién no se ha preguntado en sus primeros años de escuela, ¿y esto para qué me servirá cuando sea mayor?

Y es que, desde en el mundo de un niño estas habilidades no tienen muchas oportunidades de ser usadas de forma práctica y más allá del colegio, sin embargo, hay otras cosas que sí que les servirán en sus primeros años, y a lo largo de toda su vida…

Curiosamente, de estas cosas que deberían aprender de pequeños, casi no hay referencias en programas escolares y no siempre forman parte de su formación…

Algunas cosas que se deberían aprender de pequeños

A perdonar

Todos pasamos por situaciones en las que otros nos ofrenden, y no solo durante la infancia. Enfadarse con otros es fácil, pero no es tan fácil perdonar, de hecho, a medida que se crece es un hábito que cada vez cuesta más y más…

A hacer las paces

Interiorizar el perdón es complicado, pero aún más es ser capaz de verbalizarlo y compartirlo con la otra parte. No se trata de dar la razón a otros siempre, sino de ser capaz de dejar de lado el orgullo y de procurar un acercamiento que favorezca la reconciliación.

A escuchar

Dar las propias razones, argumentar en favor de uno mismo o de los propios intereses es algo que se aprende a medias, no todos tienen facilidad para argumentar, pero cuando creemos llevar la razón no se nos da bien escuchar las razones de los demás. Sin embargo, de escuchar se puede aprender mucho.

Sería interesante aprender que no siempre lleva razón el que más alto habla, o el que menos deja hablar a los demás.

A defender lo que es justo

Si aprender a escuchar no suele aprenderse desde pequeños, también es frecuente que a los niños no se les motive para que defiendan lo que consideran que es justo, tanto para ellos, como para los demás.

A compartir

¡Qué mal se da a muchos niños dejar sus juguetes a otros! Pero aún peor se da a los adultos ceder lo que es suyo para quienes lo necesitan. Situaciones en las que se riñe a un niño por no compartir algo son de lo más frecuentes, sin embargo, no es una actitud que se favorezca de forma positiva, sino en situaciones muy concretas y, desde luego, no es un hábito que se refuerce de forma positiva.

A respetar

En teoría “el respeto” es un valor esencial, en práctica, respetar a los demás no es muy frecuente. Respetar a los demás, a los que son diferentes, a los que tienen otras opiniones deberían ser un hábito que se aprende en la infancia y se practica a lo largo de toda la vida…

A quererse a ellos mismos

A otros hay que respetarles, escucharles y quererles, pero ¿qué pasa con uno mismo? Aún se entiende como egoísta pensar en uno mismo, o como de falta de modestia expresar las propias virtudes, pero aprender a quererse es la mejor forma de tener autoestima. Es difícil respetar a otros sin respetarse a uno mismo.

Estas son algunas cosas que se deberían aprender de pequeños en casa y en el colegio, pero a las que aún se da poca importancia, sobre todo, una vez que empiezan a aprender cosas “más importantes”.

Volviendo la vista atrás, seguro que muchas de estas cosas te costaban menos de pequeño que en la edad adulta y la razón puede ser que no las aprendiste de pequeño. Como en todo, la práctica es la mejor forma de recuperar estas buenas costumbres…

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